viernes, 3 de septiembre de 2010

La eterna lucha entre ciencia y religión.

Desde que Stephen Hawking ha comunicado que va a publicar su último libro “The grand desing” y ha comentado que Dios no tiene lugar alguno en las actuales teorías científicas sobre la creación del universo, ya se montó la polémica.
Los avances conseguidos en Física, dice el científico, bastan para explicar, por sí mismos, el origen y la naturaleza de nuestro universo, sin necesidad de recurrir a ninguna clase de intervención divina.
Y no es que el físico británico niegue la existencia de Dios, cosa que no ha hecho nunca directamente, sino que se limita a afirmar que su intervención no es necesaria para explicar la existencia del mundo y de todo cuanto le rodea. Una idea que puede parecer, pero que no es, contradictoria. Por lo menos desde el punto de vista científico.
Los de siempre ya han salido a criticar las palabras del científico y por supuesto a manipular las palabras del mismo.
Yo desde mi insignificante opinión puede entender que siempre exista el eterno debate entre la ciencia y la religión. Lo que de verdad no entiendo, es como los de siempre, tratan de ridiculizar la idea de una no existencia de Dios; en tanto en cuanto, esta teoría puede tener el mismo fundamento que la que afirma la existencia de un ente superior.
A los de siempre les digo que no se preocupen por las palabras del científico, que no se les acabará el negocio. Que siempre habrá gran cantidad de seres humanos que necesiten del poder y de la gracia que Dios les ha dado a ellos para actuar como sus intermediarios en este mundo. Y que tampoco se preocupen porque el científico venda muchos ejemplares de su nuevo libro. Es más, si se lo plantean bien y se ponen de acuerdo, a la hora de vender teorías pueden ir al 50% en el negocio.

miércoles, 14 de julio de 2010

Inteligencia = Eficiencia cerebral

Varios grupos de investigación repartidos por todo el mundo, tratan de averiguar el origen de la inteligencia. Así mismo tratan de calificar mediante un método científico cuando una persona es más inteligente que otra. Para ello, emplean test psicológicos que se vienen usando desde hace 100 años, pero al mismo tiempo con las técnicas modernas de que disponen, miden la actividad cerebral durante la realización de los mismos.

Una de las primeras conclusiones que se obtienen es que la inteligencia no está tan relacionada con el tamaño del cerebro como se pensaba; es decir, que tener una mayor masa cerebral no implica una mayor inteligencia (aclaración para los jugadores del Brain Training). Otras cosa sería la cantidad de materia gris o materia blanca que poseemos, que si están relacionadas con la inteligencia.

Otra de las conclusiones que arroja este estudio es que la inteligencia está basada en la eficiencia cerebral. ¿Que quiere decir esto? Pues muy sencillo si tú coges a dos personas y las pones a resolver el mismo problema, la persona que use menos actividad cerebral para resolverlo tendrá una mayor eficiencia. Esto quiere decir que no porque te machaques los sesos intentando resolver un problema serás más inteligente, es todo lo contrario, cuanto menos necesites estrujarte la sesera mayor eficiencia y por lo tanto mayor inteligencia.

Por último, resaltar que la eficiencia cerebral si que se consigue trabajando el cerebro. Además hay que señalar que existe predisposición a tener una mayor eficiencia cerebral basada en tres cosas: buena memoria, capacidad de atención y dominio del lenguaje. Tener estas tres cualidades y trabajarlas confieren una mayor eficiencia cerebral y casi se podría decir que mayor inteligencia.


Autor: Un no inteligente.

sábado, 10 de julio de 2010

Las lágrimas de los ratones son afrodisiacas

La revista «National Geographic» se ha hecho eco de un estudio que concluye que las lágrimas de los ratones producen una feromona sexual llamada ESP1. Esta sustancia química sirve para atraer a las hembras de su especie.
El estudio demuestra por primera vez que estas feromonas actúan "a nivel cerebral", según uno de los autores del estudio, Kazushige Touhara. Así, los ratones macho segregan las lágrimas y con ellas cubren todo su cuerpo y su nido. Cuando las hembras tocan a un ratón o acceden a su 'territorio', la ESP1 entra por un órgano nasal llamado vomeronasal, donde la feromona cubre un receptor proteínico.
Es entonces cuando la feromona llega al cerebro de la hembra, cuya probabilidad de sacar adelante las caderas y alzar la cola, propia del apareamiento, crece el triple. Esta postura es muy usual en muchos animales.
Este descubrimiento puede ser de mucha utilidad para controlar la población de ratones. Incluso, el equipo de Touhara ha desarrollado una patente de esta investigación, pues puede servir como una herramienta eficaz para incrementar las labores de apareamiento entre los ratones de laboratorio.

Fuente: ABC.es

miércoles, 30 de junio de 2010

La delgada línea marrón

Existe una línea marrón que divide a la humanidad en dos grandes grupos: aquellos que nacen por encima de la línea de flotación y tienen una vida, y los que nacemos hundidos en la mierda y tenemos que darnos de hostias por salir a respirar.
Hay varios factores que deteminan en qué lado de la líneas se nace. El primer factor es el apellido. No es lo mismo llamarse Fuckowski a secas que Borja Pijoski Sáez de la Minglanilla. Eso marca mucho, confiere estilo. Vende.
Luego también cuenta el nacer en la capital de las capitales, en una casa totalmente pagada, zona residencial Verde que te quiero verde (verde dólar, verdes prados) e ir en autobús privado al Colegio Mayor Santísimos Hermanos Pomposos en lugar de nacer en una capital de provincias, entre cuatro paredes con doble hipoteca en la Barriada del Perro Muerto e ir andandito al Instituto de Bachillerato Sálvese quien Pueda.

Autor: Fuckowski

La frase del día

La única ventaja de jugar con fuego es que aprende uno a no quemarse.

Oscar Wilde

martes, 22 de junio de 2010

Atrapados en la cuarta dimensión.

Si bien el genio dijo que el tiempo es relativo y dio varios ejemplos de la vida cotidiana en los que este hecho se pone de manifiesto. Voy a tratar de darles uno más, fruto de mis reflexiones.

Sabemos que si en la noche miramos al cielo y fijamos nuestra atención en una estrella que está situada a 80 años luz de nuestra posición, queda claro que nosotros estaremos viendo como era esa estrella hace 80 años e incluso es posible que esa estrella que vemos ya no exista; por lo tanto, se podría decir que estamos viendo un recuerdo.

Hablamos del espacio-tiempo, de la necesidad de tres coordenadas espaciales y una temporal.

Todo lo que recordamos es fruto de nuestra percepción sensorial, es decir recordamos caras, olores, sabores, emociones…… Supongamos ahora que no vemos, ni hablamos, ni sabemos nada de una persona desde hace un tiempo. Ahora trata de recordar a esa persona. Resulta que ese recuerdo posiblemente está formado por todas las sensaciones que percibías la última vez que compartisteis vuestro espacio y vuestro tiempo; es más, es posible que actualmente incluso compartáis el mismo espacio, es decir que viváis en la misma ciudad, caminéis por las mismas calles, etc. Pero que no lo hagáis al mismo tiempo. Por eso solamente en vuestra mente veis un recuerdo, al igual que pasa con la estrella que veis en la noche.

Imaginarse de nuevo a la persona que hace un tiempo que no veis, y que recordáis de ella que es desagradecida, orgullosa, egoísta…. Un regalito.

Ahora un amigo común de vosotros dos te cuenta que ha visto a esa persona y que está muy cambiada. Que se ha convertido en una persona agradecida, amable y sencilla. Seguramente tu pienses que hasta que no lo veas no te creerás que ha cambiado tanto. Es decir, te estas aferrando a la última imagen espacio-temporal (tu recuerdo) que tienes de esa persona. Hasta que tus sentidos no perciban esa nueva situación en tu espacio-tiempo no podrás generar un nuevo recuerdo más positivo hacia esa persona.

Con esto quiero poner de manifiesto que todas nuestras acciones, lo que proyectamos hacia el exterior, lo que la gente percibe de nosotros queda atrapado en la dimensión temporal o lo que es lo mismo en la cuarta dimensión, generando los recuerdos que tienen de nosotros.

Por todo lo dicho, os invito a que valoréis el tiempo que compartís con otras personas, pues se acaba convirtiendo en la cárcel de lo que creen que somos.


Autor: Soy un máquina porque he escrito to esto sin fumarme na raro, aunque también es cierto que yo al igual que Obelix de pequeño me caí en la marmita.